HABILIDADES Y ATRIBUTOS DEL LÍDER

“El Liderazgo no tiene nada que ver con títulos, ni con la posición que uno ocupa en el organigrama. Tiene que ver con el modo en que las personas influyen en su entorno”

(John N. Maxwell)

Los atributos de un líder

Para poder explicar los atributos que caracterizan a un líder, nos apoyaremos en los estudios de Mario Alonso Puig (2004):

La autoridad: aquéllo que nos permite influir en los demás, que no es el poder (la potestas romana), sino la autoridad que nos otorgan voluntariamente las personas. La base de la autoridad no es otra que la credibilidad que está constantemente puesta a prueba. La autoridad queda reflejada cuando:

▪ El líder se ocupa de él mismo y de los demás.

▪ Existe iniciativa y valentía para enfrentarse a situaciones difíciles.

▪ Prepara a otros para que desarrollen todo su potencial sin temer por su supervivencia.

▪ Son respetuosos con las diferencias de los demás, dejando los juicios a un lado.

El compromiso: la fortaleza que nos ayuda a no desfallecer. Cuando una persona está comprometida con sus ideas, moviliza todas sus energías y desarrolla una capacidad de superación inquebrantable.

La motivación: aprender a ser líder es aprender a ser conscientes de nuestras decisiones, responsabilizarnos de ellas y reflexionar sobre los motivos que nos llevan a tomarlas. Encontrar el sentido a lo que hacemos nos lleva a superar nuestras expectativas.

La responsabilidad: los líderes aumentan su círculo de influencia frente a las decisiones que toman y frente a las adversidades, no culpando a las circunstancias, sino que adoptan el papel protagonista.

Afrontar el riesgo: el coraje de ir más allá.

El camino del liderazgo está lleno de lugares desconocidos en los que no sabemos qué es lo que nos puede ocurrir. El líder puede tener miedo, por supuesto, pero no permite que el miedo controle sus acciones y avanza por el camino, aunque esté oscuro, con una mentalidad suficientemente abierta para aprovechar cualquier oportunidad que surja en el camino.

Aceptar el desafío: la gran oportunidad para aprender, evolucionar y crecer. La diferencia entre un problema y un desafío radica en la manera en la que lo percibimos. Un problema es un obstáculo infranqueable mientras que un desafío es algo que nos obliga a dar un salto más alto aún para poder alcanzarlo.

Estilos y habilidades de liderazgo

Muchos de los comportamientos que sustentan el liderazgo están basados en la seguridad y conocimiento de uno mismo. Consecuentemente, el primer paso para potenciar nuestra capacidad de liderazgo comienza por una etapa de aprendizaje, en la que el líder deberá trabajar el desarrollo de aspectos esenciales de la Inteligencia Emocional. Algunas de las cualidades comunes a los líderes con Inteligencia emocional son:

▪ Es una persona respetuosa.

▪ Tiene una mente abierta.

▪ Es compasivo.

▪ Tiene una visión clara.

▪ Es inspirador.

▪ Sabe escuchar.

▪ Es creativo.

▪ Es paciente.

▪ Es colaborador.

▪ Es amable.

▪ Es asertivo.

Las cualidades de los líderes con Inteligencia Emocional, según nos recuerda J. Marturano, pueden resumirse en dos:

1. La capacidad del Líder para conectar: con uno mismo (es el modo de conectar con nuestros valores y con nuestra ética), con los demás (es la diferencia de un entorno organizativo que valora la inclusión y otro que separa y divide a los trabajadores en compartimentos estancos siguiendo criterios de exclusión) y con la comunidad en general (capacidad para informar nuestros objetivos organizacionales en el bien común, primando por ejemplo el impacto social que puede tener una decisión de empresa en determinadas situaciones que solo tenga en cuenta la inmediata rentabilidad)

2. La capacidad del Líder para iniciar o guiar con ‘amabilidad’ el cambio, que no se trata de liderar a través de las órdenes y el control, sino de la colaboración y la escucha, con una curiosidad abierta y la disposición, en ocasiones, de vivir con la incertidumbre pero con los objetivos y visión muy claros, lo que le alienta a asumir una postura valiente, llevar a la organización o la industria a territorios nuevos y considerar los fracasos como ensayos de los que debemos aprender. Sabe influir y convencer a la gente de que el cambio es necesario, creando una visión clara, determinando los valores que son fundamentales para el cambio, trabajando en equipo en la construcción del mismo identificando a los verdaderos líderes en la organización y pidiéndoles un compromiso emocional con el mismo; respondiendo abierta y honestamente a las preocupaciones y ansiedades de la gente y lo que es más importante, predicando con el ejemplo.

En estas dos capacidades quedan reflejados los 4 principios básicos que definirían, como hemos expuesto en un post anterior, la ‘Excelencia en el Liderazgo’:

▪ Enfoque.

▪ Claridad.

▪ Creatividad.

▪ Compasión.

Un liderazgo eficaz en la empresa estará, por lo tanto, sustentado en las siguientes cualidades esenciales (según el Manual de Manager’s Handbook de Harverd Business Review):

Cualidades intelectuales:

▪ Formación: ¿Estás bien informado sobre tu industria, tu negocio, y tus prioridades?

▪ Visión de futuro: ¿Organizas tareas a corto plazo tomando en cuenta prioridades a largo plazo?

▪ Decisión: ¿Tomas decisiones responsables aun cuando no tiene conocimiento de todos los detalles?

▪ Adaptabilidad: ¿Puedes operar en entornos inciertos? ¿Te adaptas bien al cambio?

Cualidades socioemocionales:

▪ Autoconciencia: ¿Prestas atenciones a cómo tu comportamiento afecta a los demás?

▪ Empatía: ¿Empatizas con las necesidades, preocupaciones y objetivos de los demás?

▪ Perseverancia: ¿Mantienes una visión positiva, enfocada y sabes liderar en ambientes de confusión?

▪ Credibilidad y confianza: ¿Son tus acciones consistentes con tus valores? ¿Mantienes siempre tus promesas?

Cualidades organizacionales:

▪ Colaborativo: ¿Trabajas bien y con frecuencia con tu jefe, tus colegas, y los miembros de equipo para entregar resultados colectivos excepcionales?

▪ Influyente: ¿Sabes escuchar, encontrar puntos en común, comunicarte claramente para convencer y llevar a cabo resultado que influyan positivamente en la organización?

▪ Políticamente astuto: ¿Conoces bien la estructura de poder de su organización? ¿Sabes dónde y cómo encontrar el apoyo y los recursos necesarios?

▪ Habilidad para estimular a otros: ¿Te atreves a desafiar el status quo de la organización? ¿Sabes motivar y convencer a otros para que eleven sus estandares y agranden sus objetivos?

Las competencias para un liderazgo efectivo que podemos adquirir a través del hábito, las analizaremos en otro post a través del análisis del trabajo de Steven Covey ‘Los 7 hábitos de las personas altamente efectivas’. Para ello utilizaremos la definición de hábito que nos aporta Covey (1989): “un hábito es la intersección de conocimiento, capacidad y deseo o actitud. El conocimiento es el ‘qué hacer’ y ‘por qué hacer’, la capacidad nos habla del ‘cómo hacer’ y el deseo o la actitud es la motivación, el ‘querer hacer’”.

Como veremos más adelante basándonos en estudios avanzados de neurociencia, nuestro cerebro a la hora de crear un hábito positivo, siempre buscará comportamientos que generen una valoración más positiva de uno mismo y de nuestro entorno, por lo tanto, podemos añadir que el motor del cambio para la generación de un nuevo hábito, será siempre el ‘querer quererme’ y el ‘querer sumar’ en mi entorno.

Ampliaremos las claves y herramientas para la generación de hábitos positivos en un nuevo post.

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